jueves, 5 de noviembre de 2015

Dishonored, o cómo molar más que V.


Recuerden, recuerden Dishonored, si es que leen sobre videojuegos. A lo mejor se enteraron en su momento de que este juego existió, con su conspiración, su pólvora, su traición y sus cosas bonitas, con magia, mucha magia, y con uno de los personajes con más ESTILAZO de los últimos años, pero a lo mejor no lo jugaron porque prefirieron perder el tiempo con Call Of Duty no estaba entre sus prioridades, pero ahora, en el ocaso de la generación, han decidido repasar y se han topado con esto.

Y yo digo sí.

                                         A ver, eres ese de la cornisa, fin de la cita


Entre otras cosas porque es un ejemplo maravilloso de trama simple pero efectiva, y es efectiva porque se transmite a la jugabilidad.

Todo va alrededor del poder, os explico: Tú, como Corvo Attano, Lord Protector de la emperatriz Jessamine Kaldwin, ves cómo la asesinan delante de tus ojos y te cargan el muerto. A partir de ahí te convertirás por méritos propios y un poco de ayuda en el artífice de un auténtico golpe de estado, pero aún se puede liar más la madeja con la aparición del Forastero, una entidad omnisciente que te da su Marca, y por tanto su poder, debido a los acontecimientos que protagonizaremos, y sabiendo que tenemos en nuestras manos el futuro de un imperio, y aquí es donde viene lo gracioso: Nos da un poder increíble Y NO TE DICE QUÉ HACER CON ÉL, se la suda, él es eterno, te lo da literalmente por los loles, "espero divertirme en cualquier caso", te llega a decir.

Y sí, la historia, con sus giros y sus cosas, no tiene nada de extraordinario, y los personajes son todos un tanto planos y sin apenas evolución (Tampoco ayuda el hecho de que visualmente parezcan animatronics) pero están bien definidos y funcionan. En lo que quiero centrarme es en su relación con la jugabilidad, porque todo en este juego tiene que ver con el poder, no sólo el político, sino con qué harías si tuvieras un poder real para cambiar las cosas, el rollo "Un gran poder conlleva una gran responsabilidad", pero siendo un asesino en un mundo steampunk genial con ganas de venganza.

Y además no te lo restriegan por la cara, sino que se ve EN LO QUE HACES. No hay decisiones que tomar, todo se centra en cómo juegas. Y ahí es donde entran los poderes.

                                          Inserte broma sobre Jurassic World Aquí


Os pondré un ejemplo, una simple puerta vigilada por dos enemigos por la que tenemos que pasar, podemos:

  1. Simplemente luchar con nuestra espada.
  2. Intentar ir agachado y sin levantar sospechas.
  3. Teletransportarte a la salida y huir a toda leche.
  4. Invocar un montón de ratas carnívoras para que les distraigan.
  5. Crear un vendaval para estamparlos en la pared.
  6. Ralentizar el tiempo y pasar por delante de su cara sin que puedan evitarlo.
Seis, seis maneras que se me ocurran, con una puerta y dos guardias, imaginaos eso en niveles con 3-4 rutas distintas, pudiendo aceptar encargos secundarios y afrontando todas las situaciones como realmente queramos, y ahí precisamente está la unión con la trama: ¿Matarás por venganza o simplemente les quitarás de en medio (Algunas veces menos piadoso que la muerte)? ¿Intentarás pasar desapercibido o no te importará matar a los guardias que simplemente hacen su trabajo? Todo eso además repercutirá en la propagación o estabilización de la epidemia de peste: A más caos, más pánico, a más pánico, menos control, a menor control, más peste. Y cuanto más avancemos en la trama más lo notaremos, la peste y las ratas son un problema real y están increíblemente bien integradas en el mundo que se nos pone delante.

                                         "Tanto Gran Hermano nos ha hecho esto"

Pero hay un pequeño problema y es que cuando realmente más divertido y disfrutable es este juego es o bien matando sin parar, o bien pasando totalmente desapercibido. Y que con los poderes bien usados eres DEMASIADO poderoso, el juego es 5 veces más difícil si te propones no usar el teletransporte, y sí, mola un puñao y siempre puedes subir la dificultad pero con esmerarte un poquito más de la cuenta deja de suponer un verdadero reto, al menos en Normal.


Además de bonitos (Dunwall, la ciudad del juego, fue diseñada por el mismo tío que diseño la Cuidad 17 de Half Life 2) los escenarios se USAN. No exagero si os digo que Dishonored aprovecha mejor el espacio que GTA, porque sí, en GTA V tengo un mapa enorme y lleno de cosas, pero al final acabo poniendo un punto de ruta y yendo hasta allí. No se incita a realmente explorar ese mundo, es un marco. Tiene millones de cosas que dan absolutamente igual.
En Dishonored, sin embargo, te animan a explorar, los escenarios tienen distintas rutas y alturas y siempre hay runas que coger para mejorar y adquirir poderes, y si bien puede tocar las narices alejarte de tu objetivo porque tienes que explorar, aquí se anima todo el rato a ello, porque además de las runas se encuentran rutas nuevas y a gente a la que ayudar, o no.

Todo este mundo está regado además de un universo creíble, lleno de detalles, hay un detalle curioso y es que tenemos un corazón que puede "escuchar" cosas sobre la gente, y hay miles de cosas que leer, esto a muchos os parecerá un coñazo, pero oye,con lo bien construido que está este mundo, averiguar más cosas sobre él es un placer, y que sólo por lo bien hecho que está esperas que tengan secuela.

                                          QUE YA ESTÁ CONFIRMADA. FIESTA.

Como habréis visto, está en primera persona, y que conste que parecía raro, porque se supone que es combatir con espadas y ser sigiloso, pero lo compensa cuando nos ponemos de verdad las botas de Corvo. SOMOS Corvo, todo lo que ocurra será PORQUE QUEREMOS QUE OCURRA, y al final, cuando apagues la consola porque tengas que hacer algo, a veces te dará pena volver al mundo real, porque pasas de ser un asesino con poderes mágicos increíblemente poderoso a ser... tú. Y eso no se paga con dinero.

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