jueves, 26 de marzo de 2020

Resumiendo A Hat In Time


A Hat In Time es el mejor plataformas que he jugado en años. Puede, quizás, que sea el mejor plataformas que he jugado en mi vida. Una cosa sí tengo clara: ahora mismo está a la misma altura en mi cabeza junto a Ratchet & Clank como mi plataformas favorito. Y eso, si habéis prestado atención a este blog, sabréis que son palabras mayores.

A Hat In Time, eso sí, no es un híbrido de plataformas con otra cosa protagonizado por un dúo. Esto es un plataformas clásico en el que sólo hay una cosa que hacer: conseguir el objeto que toque. En este caso, relojes de arena.

Este juego está lleno de guiños a los clásicos del género. El primer nivel es básicamente Ciudad Delfino de Super Mario Sunshine, hay una especie de sigilo que tiene el mismo pizzicato que Sly Cooper, la forma de entrar y salir de los niveles es la misma que la de Super Mario 64, la música está compuesta por el mismo tío que hizo la música de Ducktales pero canalizando su Grant Kirkhope interior, hay un hub central como en el peor juego de todos los tiempos, Donkey Kong 64, y etc.

En cuanto a los saltos y obstáculos que hay que saltar, este juego no es excesivamente innovador. No hay nada que no se haya visto antes: puentes levadizos, ganchos, salientes, muelles y un largo etcétera de cosas que ya hemos visto. Lo bonito, sin embargo, es cómo se mueve la adorable protagonista, Hat Kid. A falta de todos los saltos habituales (salto, doble salto, dash, subir por paredes) se pueden combinar entre ellos de tal forma que puedes hacer un cuádruple salto como un señor y lanzarte al infinito, que seguramente aterrices de forma segura. Pero el movimiento no es la razón por la que me gusta este juego. Lo que me fascina es la estructura de sus niveles.

No hay una trama enorme que recorra todos los niveles, pero cada uno de los cinco mundos tiene su propia pequeña historia. Esta historia sigue el tono que tiene la estética de cada nivel, pero va incluso más lejos. No sólo la estética del nivel se adapta a la historia, sino que la propia estructura de los niveles se adapta a esa historia que se está desarrollando por encima. 

Por ejemplo, en el nivel "industrial" participas en dos producciones cinematográficas, en otro mezclan el nivel del bosque con el nivel de miedito y en él firmas un contrato con el diablo (o algo parecido), en el nivel de playa te enfrentas a la mafia y en el nivel de montañas tienes plena libertad para escalar varias cimas y descubrir el mapa a tu aire.

Esto tiene otro efecto mucho más importante para el valor que, para mí, tiene el juego. Todos los juegos de plataformas tienen personajes, y son fantásticos. Pero aparte de Spyro, no se me ocurre ninguno en el que los personajes de cada mundo sean tan importantes. Como los propios niveles dependen de la historia y esa historia tiene personajes que son su pieza central, Hat Kid va a estar relacionándose con ellos todo el rato que pase en ese mundo. Y de verdad, pocos personajes más encantadores, graciosos y adorables me he encontrado que se puedan acercar a estos. El guión es lo que los hace maravillosos, pero es esta estructura lo que hace que me importen y, sin hacer spoilers, lo que hace que el final tenga sentido.

Así que ahí lo tenéis. A Hat In Time. Si os gustan un mínimo las plataformas, dadle una oportunidad, porque yo desde luego he salido gratamente sorprendido.



No hay comentarios:

Publicar un comentario