jueves, 15 de noviembre de 2018

The Quiet Man no entiende a los sordos.

No sé si os acordáis, pero este pasado E3 hablé de The Quiet Man como un ejemplo (o, al menos, eso esperaba) de buena representación. Aparte de la representación LGTB de The Last Of Us Part II, este me llamó la atención porque su protagonista era sordo. Yo, estudiante de lengua de signos e ingenuo de mí, pensé en una aventurilla maja y tal, pero que se esforzara, ya que los sordos no abundan en ficción, en mostrar la sordera de forma más o menos fidedigna. No es imposible, ahí está el caso de La familia Bèlier y, además, daría la oportunidad para experimentar con elementos de narrativa visual, con una trama que avance fuera de los cauces habituales.

Lo que tenemos es una puta broma.

La historia de este juego es retorcida sin necesidad. Quiero decir, La familia Bèlier tiene, más o menos, la misma historia que Quiero ser como Beckham, pero con una hija oyente y padres sordos. La cosa es que los guionistas eran listos y pusieron la sordera en el tope de prioridades de la historia, porque eso es lo que la hacía original. The Quiet Man es una historia en la que Dane, el chaval sordo, trabaja con Taye, un gángster negro, para darle palizas a gángsters latinos comandados por un tal Isaac (menos mal que sólo voy a hablar de sordos). Pero luego resulta que Taye e Isaac se liaron a tiros por unas zapatillas y mataron a la madre de Dane y luego resulta que Dane tiene que proteger a una cantante que es exactamente igual que su madre (¿POR QUÉ HACES ESTO, JUEGO?), pero luego hay un tipo que va disfrazado de cuervo y resulta que ese tipo es... ¿El propio Dane? ¿QUÉ?

Vale, no... no pasa nada. Tener una trama estúpidamente complicada en la que nada tiene sentido es algo normal cuando el guionista es demasiado pretencioso. La gracia del asunto es que toda esta trama se cuenta sin un solo sonido entendible porque... en fin, Dane es sordo.

AUNQUE CUALQUIERA LO DIRÍA.

Para empezar, hay lengua de signos, pero no siempre. A veces hablan con Dane signando, a veces no. Esto se "justifica" por el eterno "es que lee los labios", lo cual ya enciende unas cuantas alarmas. La única conversación enteramente en lengua de signos que hay dura como 30 segundos y es a las DOS HORAS DE UN JUEGO DE DOS Y MEDIA.

Pero es aún peor, porque a veces Dane parece capaz de leer los labios a varios metros de distancia (O DADO LA VUELTA) y entender, e incluso decir, frases más o menos complejas. Porque esa es otra, Dane habla. Lo que os voy a contar me sorprendió cuando me enteré, pero luego me di cuenta de que tiene todo el sentido del mundo: los sordos no aprenden sin más la lengua oral. La tienen que aprender como nosotros aprendemos un idioma extranjero. Eso crearía, en principio, barreras en la comunicación. Pero no, el tío es capaz de entender a la primera una lengua que tuvo que aprender de forma artificial leyendo los labios y además contestar. Pues muy bien. ¿Qué hace Dane que no está enseñando sus súper técnicas a los sordos de todo el mundo?

Otro detallito que era demasiado jugoso para dejarlo pasar era los momentos en los que Dane habla. Veréis, si una persona es sorda de nacimiento (nada nos dice que Dane no lo sea) y aún así es capaz de hablar, va a hablar raro. La entonación no va a cuadrar, y eso de debe a que no se pueden oír a sí mismos para controlar eso. Pero ni siquiera, la entonación de Dane cunado habla es perfecta. Da para plantearse que esta gente no pensó en que, si su protagonista tiene una característica particular, deberían aprovecharla, como en Hellblade. No ya por representación, sino por hacer algo interesante por su historia.

Y entonces, lo de la segunda partida.

¿Os acordáis de lo de la narrativa visual? No hay nada de nada. Tiene la cinematografía de una peli de tarde de fin de semana de Antena 3 con unas coreos de peleas un poco resultonas (pero programadas de un modo ATROZ a la hora de jugar). Toda la primera partida es con los sonidos apagados y sin subtítulos. Con una cinematografía un poco más acorde a algo en lo que se fijaría (o no) una persona sorda, esto hubiera sido bastante resultón. Pero recordemos que Dane tiene algo parecido a superpoderes y puede mantener conversaciones normales, así que Dane, el sordo, se entera de más cosas que nosotros, los oyentes. Pero luego hay una escena post-créditos, en la que prometen que "todas las preguntas serán respondidas". Y una semana después apareció la segunda partida, en la que ponen todas las voces, para que no te pierdas el más mínimo detalle de la estúpida trama.

Esto me enfurece más de lo que puede llegar a parecer, porque no sólo han arruinado la posibilidad de una trama interesante, o una buena representación de una diversidad funcional, es que decidieron usarla como recurso para hacerse los misteriosos cuando podría haber sido cualquier otra cosa.

Y la sordera no es una puta gimmick para tu juego pedante.








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